Ciudad de México, diciembre 5.- En un proceso fast
track que dispensó todos los trámites en comisiones, la mayoría morenista
en el pleno del Senado de la República aprobó en lo general las reformas a
la Ley General de Aguas y a la Ley de Aguas Nacionales, con las cuales el
oficialismo aseguró que terminará con el acaparamiento, el mercado negro de las
concesiones entre particulares, además de crear un fondo de reserva que
controlará el gobierno.
Por su parte, senadores de oposición advirtieron que estas
reformas buscan un control político del gobierno de Morena sobre el
agua y la tierra para los agricultores y campesinos.
En la votación en lo general se emitieron 85 votos en favor
de senadores de Morena, PT y PVEM, y 36 en contra de legisladores del PAN, PRI
y Movimiento Ciudadano.
El dictamen fue aprobado en los términos de la minuta aprobada este mismo jueves en la Cámara de Diputados. Se espera que las más de 20 reservas presentadas sean rechazadas, para posteriormente turnar el documento aprobado a la titular del Ejecutivo federal.
La aprobación se dio en medio de la negativa del coordinador
de la mayoría en el Senado, Adán Augusto López Hernández, de recibir a
productores del campo que expresaron estas reformas al considerar que atenta
con el derecho de heredar las tierras con concesiones de agua.
Las reformas establecen que no será posible transmitir
títulos de concesión entre particulares; se eliminar los cambios de uso; las
prórrogas se otorgan hasta por el mismo tiempo por el que fueron asignados los
títulos de concesión, sin considerar el elemento de disponibilidad; se crea un
nuevo Registro Público Nacional del Agua; se incorpora la obligación
de inscribir en el nuevo registro el padrón de núcleos agrarios y los sistemas
comunitarios de agua.
Se crea el Fondo de Reserva de Aguas Nacionales, con el que
gobierno podrá hacer la reasignación de volúmenes de agua mediante volúmenes
recuperados por extinción, cesión voluntaria y derechos preferentes.
Sobre las herencias y la compraventa de tierras, el dictamen
aprobado establece que se mantienen los derechos de agua para heredar y vender
propiedades.
“Es una buena noticia para quienes abren la llave y no sale
nada, no lo es tanto para quienes hicieron del agua un negocio, necesitamos que
la extinción y la reasignación de volúmenes se haga siempre con transparencia,
criterios de sustentabilidad y prioridad para las comunidades de mayor
marginación”, dijo el morenista Manuel Huerta.
En contraste, Verónica Rodríguez del PAN aseguró
que Morena disfrazó como un derecho humano al agua estas reformas, cuando en
realidad busca controlar el acceso al líquido, lo que además provocará que baje
el precio de los terrenos de las personas.
“Eso es convertirla en una herramienta política. La reforma le
da al gobierno de Morena la posibilidad de decidir de manera discrecional quien
mantiene su concesión, quién la pierde, a quién se le reduce los volúmenes de
agua, y a quién sí le permiten operar”, afirmó.
Luis Donaldo Colosio de Movimiento Ciudadano afirmó que
estas reformas se quedan cortas para cumplir lo que promete.
“Abre la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales. Abre la
puerta a más trámites sin capacidades. Abre la puerta a más incertidumbres para
el campo mexicano. Se concentran atribuciones en la Conagua sin
contrapesos reales, sin reglas claras y que sean predecibles para la gente”,
sostuvo.
Pese a que el Senado tenía previsto una sede alterna en caso
de presentarse manifestaciones de productores del campo, finalmente los
legisladores pudieron sesionar en su sede de Paseo de la Reforma, donde no se registraron
bloqueos, aunque elementos de la Guardia Nacional y la de Secretaría de
Seguridad de la Ciudad de México, mantuvieron un operativo de resguardo al
exterior del recinto legislativo. (Latinus)
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